Hoy quiero explicaros un poco como uso yo los aceites. Es una rutina que intento hacer a diario, y cuando no la hago es porque el día ha sido especialmente largo y/o desastroso. Soy de las personas que piensan que la vida es muy corta como para ir siempre corriendo, olvidando lo importante y sin hacer aquello que realmente importa; creo que en el mundo falta amor y sobran maldad y envidia, así que intento mimarme al máximo durante los escasos 30 minutos que consigo para poder poner en práctica mi rutina de mimos. Lo primero que hago es llenar la tetera y ponerla al fuego, después preparo el platillo, la taza, la cucharilla y una rodaja de limón, lo ordeno todo cuidadosamente y lo llevo a la mesa. Cuando ya ha hervido el agua le añado el té y también lo llevo a la mesa, reposará allí. Después me pongo algo de música relajante y, mientras me tomo el té me pongo un par de discos de algodón empapados en oleato de café bajo los ojos (así se desinflaman y se disimulan las bolsas y ojeras).
Durante diez preciosos minutos disfruto del té y de la música, con los ojos cerrados, y tranquilamente sentada en el sofá ( me lo merezco jeje, no paro en todo el día).
Pasados esos diez minutos me voy a la ducha. Me llevo un tupper con los discos de algodón empapados en oleato de romero y al salir de la ducha me lo aplico como si fuese crema hidratante ( con la piel aún húmeda, asi resbala más 😉).
Empiezo a notar como entre el agua caliente de la ducha y el oleato de romero mis músculos poco a poco se relajan y empiezo a sentirme algo mejor.
Tras esto vuelvo a buscar mi té, me lo termino y me preparo para continuar con la rutina, bastante más descansada.
Y eso es todo, esa es mi rutina de "descanso" diaria; espero que os haya gustado el post, que os sea útil y que me dejéis vuestras sugerencias, dudas y comentarios.
¡Hasta la próxima!
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